La responsabilidad de enseñar
✨El maestro aprende dos veces: más allás de la conviccion y la perseverancia, esta la responsabildad de forma con la verdad a las personas para que puedan crecer✨
Por:. Carlos Beraún Di Tolla
Hace unos días, mientras asistía a una conferencia, una frase se quedó resonando en mi cabeza como un jingle pegajoso: “El que enseña, aprende dos veces”. Y, como docente especializado en periodismo, comunicación, marketing y publicidad, con una trayectoria académica respaldada por posgrados y maestrías, no pude evitar analizarla, desmenuzarla y darle vueltas hasta encontrar el corazón de su esencia. Porque, al final, eso es lo que hacemos los que nos dedicamos a formar mentes: buscamos el mensaje detrás del mensaje.
Mi carrera ha sido un constante vaivén entre la teoría y la práctica. Comencé, como muchos, con grandes sueños y recursos muy limitados. Trabajé para costear mis estudios, primero transformando un pasatiempo en una fuente de ingresos, y luego como periodista de calle, evolucioné hasta convertirme en redactor de artículos. De ahí avanzé, quizás por gracia o destino, hasta encontrar mi lugar en las trincheras de las agencias de publicidad. Un creativo aprende, no solo leyendo, investigando, escuchando o observando, sino entendiendo que la verdadera maestría no reside únicamente en los libros, sino en la vida misma: en los aciertos, en los errores, en los clientes exigentes y en esas campañas que no resultaron como esperábamos. Es en ese caos creativo donde realmente se forja el conocimiento.
Y entonces llegó el momento en que, sin planearlo, empecé a enseñar. A compartir lo que había aprendido. Y ahí descubrí algo mágico: cada vez que explicaba una estrategia, un caso de éxito o incluso un fracaso, no solo estaba transmitiendo conocimiento, sino que también estaba reforzando el mío. Era como si, al verbalizarlo, lo entendiera mejor. Como si, al enseñar, lo aprendiera de nuevo.
Enseñar es como crear una campaña: requiere conexión
Imagina esto: estás frente a un grupo de jóvenes, ávidos de aprender. Les hablas de cómo una buena campaña no se trata solo de vender, sino de conectar emocionalmente con el público. Les cuentas cómo, hace años, una idea aparentemente descabellada se convirtió en un éxito rotundo porque tocó una fibra sensible. Y mientras lo haces, revives esa emoción, esa adrenalina de ver cómo una idea cobra vida y se convierte en algo más grande que tú.
Al enseñar me inspito mucho más en mis mentores con quienes compartí metas y propósitos, que en mis múltiples maestros. Un mentor que guía a un equipo desde una idea hasta el logro de un objetivo. Cada vez que enseño, busco que mis estudiantes piensen de manera innovadora, que cuestionen lo establecido, y vivan utilzando la realidad tecnologica que los circunda . No solo les proporciono herramientas valiosas, sino que también reafirmo las razones por las que elegen sus profesiones. Porque la comunicación, el periodismo especializado, el marketing o la publicidad, al igual que la enseñanza, son formas de arte que requieren de preparación y entrenamiento constante. En ese intercambio, el maestro no solo inspira, sino que también se nutre de inspiración, esforzándose por ofrecer lo mejor de sí mismo a sus estudiantes, en quienes busca un reflejo mejorado de su propia esencia. Y aunque en este proceso muchas veces rechazamos la mediocridad, también nos enfrentamos a quienes ven en la educación un simple negocio o una manera fácil de ganarse la vida.
Liderar desde la autenticidad: más que un eslogan
En el mundo del marketing, siempre decimos que la autenticidad es clave. Lo mismo aplica para el la vida, el amor o el liderazgo. No se trata de ser el jefe que da órdenes, sino el líder que inspira con su ejemplo. Recuerdo una ocasión en la que un miembro de mi equipo creativo estaba atascado con una campaña. En lugar de darle la solución, lo guié con preguntas: ¿Qué quieres transmitir? ¿Cómo te sentirías si fueras el cliente? Al final, no solo encontró la respuesta, sino que también ganó confianza en su capacidad creativa. Y yo, en el proceso, reforcé mi propia habilidad para escuchar y guiar.
Una vez me me arriegue y me converti en comunidor de campañas en un ente operativo de una organizacion publica, y desde alli comprendi lo valiosa que es la comunicación, cuando esta bien estructurada para organizar y guiar un equipo. Sin querer como asesor he sido mentor de muchos lideres e podido inspirar y guiar procesos de alto riesgo con éxito solo por que los que supieron escuchar compartieron idear y propositos que pudimos sacar adelante gracias a una retroalimentación constante y acertiva.
El futuro de un docente: no esta en transmitir solo conocimiento, sino pasión
Hoy, con más de dos décadas de experiencia, mi visión a futuro es clara: me enfoca como docente. No solo la idea de enseñar teorias entrelazadas con experiencias, sino para compartir la pasión de aprender descubir que investigar y buscar ser mejor es la mejor llave que les puedo dar a mis estudiantes ante un futuro compejo en cualquier profesión. Para mí, la enseñanza no es solo transmitir conocimientos; es crear conexiones, compartir experiencias y motivar a otros a alcanzar su máximo potencial.
Imagina un aula llena de jóvenes desesose de un futuro mejor, cada uno con sueños y metas diferentes. Como docente, no solo les enseñaría cómo apreder un tem sino en como solucionar un reto de forma efectiva, enfrentando diferetnes desafíos, a ser resilentes, encontrar foratalezas de cómo levantarse después de un fracaso y cómo encontrar inspiración en los lugares más inesperados. Porque, al final, eso es lo que hace un buen profesional: transformar lo ordinario en extraordinario.
El ciclo infinito del aprendizaje
La enseñanza y el aprendizaje son como el yin y el yang. Cada vez que compartes lo que sabes, no solo estás ayudando a otros a crecer, sino que también estás reforzando tu propio conocimiento. Es un ciclo infinito que nos enriquece a todos.
El que busca la luz, enciende una llama que destierra la oscuridad para si y para los demas.
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Porque, al final del día, Siempre busco ser. el maestro que aprende. Y en ese proceso, todos ganamos. 🚀
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Nota de edición:
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice el Señor, pensamientos de paz y no de mal, para daros el fin que esperáis” (Jeremías 29:11).
Cuando cerramos un capítulo, no estamos diciendo adiós para siempre; estamos abriendo las puertas a un nuevo comienzo. Para el maestro que ha dejado atrás lo que ya no le sirve, hay un lugar donde será bien recibido, donde sus enseñanzas serán valoradas y donde encontrará a aquellos alumnos que están listos para recibir su mensaje. No es un camino fácil, pero es un camino necesario. Porque, al final, no se trata de cuánto sabemos, sino de cuánto podemos inspirar a otros a ser mejores, a crecer y a alcanzar su máximo potencial.
